¿Derecho a ser felices? Una análisis descriptivo del bienestar en los abogados

Por Alejandra Infantes Chávez[1] y Alonso Salazar Zimmermann[2]

Desde el inicio de la pandemia la discusión sobre bienestar ha tomado gran relevancia. Pero no solo el bienestar de la persona en términos generales, sino específicamente su bienestar laboral.  En muchos casos, este se desarrolla desde hace más de un año desde el mismo lugar en el que se hacen compras, se pasa el tiempo de ocio, se comparte con la familia, se duerme y, en general, se hacen casi todas sus actividades: su casa.

Este escenario, que podría suponerse cómodo, también es un reto por sus diversas dificultades. Las líneas que separan el trabajo del resto de nuestras vidas se han desdibujado. Como “no tenemos dónde más estar”, tácitamente se ha creído que estamos más disponibles para trabajar, responder una llamada o un correo.

Una mirada a nuestro entorno familiar y amical comprueba la premisa de la “nueva realidad”. En este contexto, -independientemente de nuestra profesión-, es válido preguntarnos: ¿por qué hablar de bienestar en el trabajo remoto? Y específicamente, ¿por qué hablar de bienestar en la profesión legal?

Todas las profesiones tienen un nivel de dificultad propio, pero estudios demuestran que el derecho como carrera ha normalizado un estilo de vida asociado con depresión, ansiedad y otros padecimientos mentales; alcoholismo; abuso de drogas; divorcio; suicidio; y una salud física pobre[3]. Por ejemplo, un estudio de 2016 de la American Bar Association realizado a 13,000 abogados en ejercicio concluyó que entre 31 y 36% tenía problemas con el alcohol, 28% sufría de depresión, 19% de ansiedad y 23% de estrés[4]. Como veremos luego, similares resultados se han encontrado en distintos países.

Este diagnóstico demuestra la necesidad de replantear aspectos de nuestra profesión para reconocer y enfrentar los factores que la hacen dañina, y con ello promover un equilibrio entre la vida privada y laboral que nos permita desplegar nuestros potenciales plenamente.

¿Pero qué es eso del bienestar?

El concepto de bienestar ha mutado de enfoque con el paso del tiempo. Por ejemplo, en Grecia, el bienestar estaba asociado con la felicidad, y esta significaba vivir una vida valiosa en busca de la virtud. El contenido de este concepto empezó a cambiar en con la llegada de la Ilustración que anunciaba que el placer y ausencia de dolor eran el propósito de una vida feliz. La felicidad pasó a enfocarse solo en sentirnos bien, dejando de lado el concepto más amplio de bienestar[5].

Las aproximaciones actuales demuestran que el concepto es complejo. Existen diferentes términos y cada uno de ellos tiene diferentes matices. Se habla de felicidad, como emociones placenteras momentáneas; vida satisfactoria, como una evaluación cognitiva del transcurso de la vida; prosperidad, haciendo hincapié a las condiciones económicas[6].

Charles Schudson es un exjuez estadounidense que lleva años estudiando el bienestar en abogados y estudiantes de derecho. Explica que este “[…] es la ausencia de la enfermedad y la presencia de valores positivos. […] Una buena salud y no consumir drogas es importante, pero no es suficiente para poder lograr el bienestar general. Para ello hay que estudiar el balance, los pasatiempos, la familia, las pasiones. Hay muchas cosas más importantes para lograr la felicidad. El concepto del bienestar en inglés es wellness; es decir, la presencia del estado de estar totalmente bien, física y emocionalmente[7].

Una persona que vive en un estado de bienestar desarrolla diferentes características en su vida social y privada, entre ellas la autoaceptación, relaciones sociales positivas y significativas, adaptación al contexto, autonomía, crecimiento personal y una vida con propósito[8]. El bienestar también es visto como el resultado de la búsqueda instintiva del hombre en alcanzar una vida con calidad[9], un proceso activo en ser más consciente en la toma de decisiones hacia una vida más satisfactoria[10].

Podemos concluir que bienestar es un abanico de conceptos que abarca elementos subjetivos y objetivos. Por un lado, contiene a la felicidad como un estado pasajero de emociones placenteras; a la satisfacción con la vida, como el juicio cognitivo de largo plazo. Por otro lado, se manifiesta en las personas con la ausencia de enfermedad y con un sistema axiológico positivo y optimista, en las diferentes dimensiones del individuo, es decir, física, emocional, social, ocupacional, espiritual, intelectualmente[11], todas ellas, interrelacionadas y dependientes entre sí[12].

¿Cómo estamos los abogados?

Es necesario poner sobre la mesa la importancia del bienestar como parte fundamental de la salud de toda persona, pues juega un rol importante en la resiliencia física y emocional, y por tanto influye en positivamente en la esperanza de vida[13]. Porque aunque todo esto suene a palabreo psicológico, lo cierto es que sin bienestar nuestra atención disminuye, nuestras decisiones empeoran y nuestras funciones cognitivas decaen[14]. Y con el tiempo, estos problemas se profundizan y se convierten en trastornos psicológicos, adicciones y hasta motivos de suicidio. Puede sonar dramático, pero es así. Y es especialmente cierto en la profesión legal.

Muchos hemos experimentado una etapa formativa muy competitiva desde la universidad. En algún momento de nuestras carreras hemos caído en lugares hostiles y poco empáticos donde las gracias y reconocimientos al buen trabajo no existen porque “nadie tiene que agradecerte por hacer tu trabajo”. Todos hemos trabajado más horas de lo que es razonable. Algunos incluso en sótanos sin luz, ventilación o siquiera una silla medianamente cómoda en la que sentarse todo el día[15]. Nos hemos perdido feriados y navidades por tener que trabajar lo que un cliente pidió a última hora.

¿Cómo llevar una vida sana trabajando así? Es un tema tabú del que no se habla. Y algunos han sido acusados de flojos y de no estar dispuestos a hacer el esfuerzo que se necesita cuando han querido hablarlo en voz alta. “Así es la chamba”, sentencian.

Efectivamente, así es la chamba. Así es la chamba de una de las profesiones que mayores índices de enfermedades mentales y drogadicción tiene en comparación con otras. No es nuestra intención enfocarnos solo en lo malo, pero es necesario decirlo tal como es. Lo positivo es que hoy existen estudios de todas partes del mundo -incluso en el Perú- que dan cuenta de estos problemas, trazando así el inicio del camino que nos conduzca a lograr cambios. Hablar de bienestar con más regularidad, como lo venimos haciendo desde el inicio de la pandemia, es otro factor importante. ¿Qué muestran estos estudios? ¿Cuáles son los factores de riesgo? ¿Qué podemos aprender de ellos? Así como la chamba es dura, también lo es el espacio que tenemos para hablar de ello. Nos guardaremos estas respuestas -y más- para u


[1] Bachiller en Derecho por la Universidad San Pablo de Arequipa. Psicóloga por la Universidad San Pablo de Arequipa. Directora de Psycholawgy. Asociada de Baxel Consultores.

[2] Abogado por la Pontificia Universidad Católica del Perú. Asociado de Baxel Consultores.

[3] Schiltz, P. J. (1999). On Being a Happy, Healthy, and Ethical Member of an Unhappy, Unhealthy, and Unethical Profession. 871-951.

[4] Krill, Patrick R.; Johnson, Ryan; Albert, Linda (2016). The Prevalence of Substance Use and Other Mental Health Concerns Among American Attorneys. Journal of Addiction Medicine, 10(1), 46–52. doi:10.1097/adm.0000000000000182

[5] Eger, R. J., & Maridal, J. H., (2015). A statistical meta-analysis of the wellbeing literature. International Journal of Wellbeing, 5(2), 45-74. doi:10.5502/ijw.v5i2.4

[6] Eger, R. J., & Maridal, J. H., (2015). A statistical meta-analysis of the wellbeing literature. International Journal of Wellbeing, 5(2), 45-74. doi:10.5502/ijw.v5i2.4

[7] Schudson, C. B., Del Mastro, F., & Mejía, T. (2014). Mesa Redonda: La felicidad y la educación legal. Themis (65), 315-325.

[8] Vasquez, C., Hervas, G., Rahona, J., & Goméz, D. (2009). Psychological well-being and health. Contributions of positive psychology. Anuario de Psicología Clínica y de la Salud, 15-27.

[9] Oliver, M. (2019). Health to Wellness: A ReviewofWellnessModelsand Transitioning Back to Health. The International journal of health, wellness and societ

[10] National  Wellness  Institute.  2018. About Wellness. Disponible en:

Https://www.nationalwellness.org/page/AboutWellness.

[11] Helter, Bill. “Six dimensions of wellness model”. Disponible en:

https://cdn.ymaws.com/members.nationalwellness.org/resource/resmgr/pdfs/sixdimensionsfactsheet.pdf

[12] Oliver, M. (2019). Health to Wellness: A ReviewofWellnessModelsand Transitioning Back to Health. The International journal of health, wellness and societ

[13] Vasquez, C., Hervas, G., Rahona, J., & Goméz, D. (2009). Psychological well-being and health. Contributions of positive psychology. Anuario de Psicología Clínica y de la Salud, 15-27.

[14] Buchanan, B., & Coyle, J. (2018). National task force on lawyer Well-being. The path to Lawyer Well Being.

[15] El documental “Justicia de papel” (2019) del diario El Comercio muestra no solo la precariedad de nuestro sistema judicial, sino del nocivo entorno de trabajo de los funcionarios del Poder Judicial. Disponible en:

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