Equivocación del OSCE en su Proyecto de Código de Ética para el arbitraje

No dudo de la intención de querer blindar al arbitraje, pero ese afán puede tornarse contrario a los fines perseguidos si es que no encuentra límites en la mesura y en la práctica internacional.

¿A alguien en su sano juicio se le ocurría recusar al prestigioso árbitro internacional y académico Roque Caivano porque no advirtió en su declaración que una publicación suya de hace 4 años versa sobre el tema materia del arbitraje? No, porque la actividad académica o de investigación se incentiva y no se obstaculiza dado que de ella se advierten posiciones disímiles, se compara, se fomenta el debate y se generan cambios positivos. Además, cada caso es único y no es determinante la posición académica del árbitro. Con un raciocinio en contrario no podrían ejercer su función jurisdiccional los magistrados del Tribunal Constitucional por ejemplo. Lo propuesto por el OSCE debe suprimirse, sino y además del ridículo internacional que supone que se conozca de esto en otros escenarios, se propiciarán recusaciones que solo ocasionarán que se dilate el proceso en aquellos centros que tienen el respaldo de un buen Consejo que resuelva al respecto aunque no sabemos que sucederá en otros centros.

Que prime la sensatez.

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